Independientemente de que te cases o no cerca de casa, entender la etiqueta básica de una boda puede ser algo complicado. ¿Quién paga qué? ¿A cuántos invitados hay que invitar? Las preguntas de etiqueta son a veces interminables, y cuando se añade un destino lejano con costumbres y prácticas culturales potencialmente diferentes, las reglas podrían cambiar por completo. Pero la etiqueta de una boda en un destino no tiene por qué ser confusa: todo lo que hay que hacer es investigar y planificar un poco más antes de emprender el vuelo para el gran día.
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Averigua quién paga qué
En primer lugar, las parejas deben tener en cuenta a sus invitados con respecto a los costes. A no ser que todos los invitados sean ricos (lo que no suele ser el caso), no conviene elegir un lugar al que sea caro llegar y en el que sea caro alojarse. Es una mala etiqueta en las bodas de destino pedir a los invitados que desembolsen miles de dólares para venir a su boda.
Mantenga la lista de invitados corta
No hay reglas estrictas de etiqueta en las bodas de destino cuando se trata de crear la lista de invitados. Pero para la mayoría de las bodas de destino, lo mejor es pensar en pequeño. Invite a las personas que quiere y desea en su vida. Chang sugiere hacerse la siguiente pregunta: Si tu boda fuera ayer y no invitaras a esta persona, ¿te sentirías triste? Tu lista de invitados debe estar compuesta por personas cuya respuesta a esta pregunta sea ‘sí.
Da a los invitados tiempo suficiente para planificar
Envíe las tarjetas de confirmación de la fecha entre ocho y diez meses antes de la boda y envíe las invitaciones por correo con al menos tres meses de antelación, para que los invitados tengan tiempo suficiente para confirmar su asistencia.
Haz que tus invitados se sientan bienvenidos
Da la bienvenida a tus invitados desde el principio. Las bolsas de bienvenida llenas de crema solar, chanclas u otros artículos esenciales para el clima cálido también son un buen detalle. Facilítales el disfrute. Dales instrucciones específicas sobre el itinerario de viaje, las condiciones meteorológicas, sugerencias de vestuario, y mantenlos informados y conectados durante el fin de semana de la boda.
Si quieres estar a solas después de la ceremonia
Realmente no hay una forma de mencionar esto. La mejor manera de transmitir este punto es simplemente crear una barrera física. Si quieres pasar tiempo juntos como pareja después de la recepción. Enciérrense en su habitación de hotel. Poner el cartel de «no molestar». Reservad una suite nupcial en otro hotel. Tus invitados captarán el mensaje.
Aprende las tradiciones y culturas locales.
No incluyas rituales, tradiciones u otros elementos que puedan resultar ofensivos para la cultura del país donde te casas.
Por ejemplo, dar propinas o detalles de bodas en otros países puede resultar ofensivo. Una amiga de Cadini se casó con un japonés en su país de origen, y ella invitó a sus amigos estadounidenses a la boda. Durante la recepción de la boda, los invitados dieron propina a los camareros como muestra de agradecimiento por un trabajo bien hecho. Resultó que en Japón dar propina se considera un insulto. Sus invitados, obviamente, no lo sabían, pero los camareros se ofendieron y se quejaron con el capitán del banquete que, a su vez, fue a quejarse con los novios.
Para evitar cualquier malentendido cultural y mantener una buena etiqueta en las bodas de destino, Cadini sugiere preguntar a un organizador de bodas local sobre las costumbres o tradiciones específicas de su lugar. Si descubres que las propinas se consideran de mala educación, transmite esa información a tus invitados.
Da a tus invitados información clave
La logística y los detalles de una boda en un destino son muchos, así que asegúrate de dar a tus invitados mucha información con la mayor antelación posible. La página web de tu boda es el lugar ideal para compartir toda la información importante, desde el programa del fin de semana hasta la información sobre el transporte, la información de contacto en caso de emergencia y mucho más.
Ofrece oportunidades para mezclarse
Si uno de tus invitados no conoce a otros en la boda, considera la posibilidad de que traiga a un acompañante. Dado que muchas bodas de destino pueden durar una semana, ofrece a tus invitados la oportunidad de relacionarse con una fiesta de bienvenida y otras actividades organizadas, como visitas turísticas.